En el siglo pasado millones de personas fueron expuestas al asbesto o amianto, el cual es un mineral fibroso que ocasiona el cáncer mesotelioma o comúnmente conocido como cáncer del asbesto.
Por décadas el asbesto fue considerado una fuente recomendada como aislamiento, utilizándose el mismo en miles de materiales para el sector industrial y a nivel familiar. Encontramos este material en una cantidad considerable de productos utilizados en el mercado comercial, en fabricas, en hogares, en edificios, en industrias como el ferrocarril, en la construcción de navíos y en la producción de energía también.
Millones de personas han sido expuestas a este mortal producto, ocasionado la muerte de miles de ellas por desarrollar cánceres muy agresivos.
El mesotelioma usualmente ataca los pulmones, el abdomen y el corazón. Los primeros síntomas de esta enfermedad se presentan 20 a 50 años posteriores a la exposición de la persona al material nocivo.
El cáncer mesotelioma se enfoca en las células mesoteliales, por este motivo lleva su nombre característico.
Una vez que el asbesto o amianto ha sido aspirado o ingerido y puede quedarse en el organismo causando una mutación en las células convirtiéndolas en cancerosas.
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